Un libro recorre la historia de la Banca Olimpio Pérez, que se funda en Compostela en 1845

Sábado, 10 Marzo, 2018

El Consorcio de Santiago y la Editorial Galaxia acaban de publicar el libro Olimpio Pérez. Unha historia da Compostela moderna, de Xoán López Facal, que relata la historia de la familia de banqueros. Se presentará esta tarde en el Centro Abanca Obra Social, en la Plaza de Cervantes, a las 19:30 horas, precisamente en el mismo edificio que albergó la Banca Olimpio Pérez durante algo más de un siglo.

 

En el acto estarán, además del autor, el alcalde de Santiago y presidente del Consorcio de la ciudad, Martiño Noriega; la gerente del organismo interadministrativo, Belén Hernández; el responsable de Publicaciones del Consorcio, Juan Conde; junto al director de la Editorial Galaxia, Francisco Castro.

 

Esta publicación es un estudio de los negocios y de las cuentas de la Banca Olimpio Pérez, del volumen y composición de su cartera de valores y de su red de relaciones financieras. La obra pretende “contribuir a un mejor conocimiento de nuestra historia económica” - señala el autor-. Además, representa “un homenaje sentimental a la ciudad de Santiago de Compostela y una aproximación a su historia reciente a través de una importante familia de banqueros y de unas figuras que el tiempo fue ennobleciendo”.

 

Xoán López Facal es ingeniero industrial por la Universidad Politécnica de Madrid y doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Santiago de Compostela. Trabajó en astilleros, en la banca y en la empresa pública Sodiga. Fue diputado en el Parlamento de Galicia y profesor asociado de la Universidad de Santiago.

 

“El banco de don Olimpio” era conocido en toda Galicia

 

La publicación nace como resultado de su tesis de doctorado, titulada O Banco de Olimpio Pérez, 1880-1936, que acabó por ser conocido en toda la comarca compostelana e incluso en el resto de Galicia como “el banco de don Olimpio” y forma parte de la historia de la modernidad compostelana. Tal como explica el autor, “la elaboración de la tesis me llevó a perseguir documentos desordenados, desparramados por los estantes del subterráneo de la sede de Cervantes y los almacenes del Banco Gallego en A Coruña, por el Archivo Histórico del Banco de Bilbao en el barrio bilbaíno del Arenal -que guarda la documentación del Banco de A Coruña- y también por el Banco de España”.

 

El origen del banco familiar situado en la Plaza de Cervantes nos conduce al padre de Olimpio Pérez (Santiago, 1841-1915), Manuel Pérez Sáenz, un emprendedor riojano que decidió buscar vida en Compostela allá por los primeros años treinta del siglo XIX. Fue en esta ciudad donde encontró su primer trabajo y su primera esposa, hija del acomodado comerciante Francisco Rodríguez Arijón, que adquirió la casa de la Plaza de Cervantes en 1842, y que sería la futura morada familiar y sede de sus negocios. El banco se fundó en el año 1845.

 

Cuando Olimpio Pérez fallece deja los negocios en una situación de incertidumbre económica y el banco es finalmente absorbido después de cien años de historia

 

Olimpio Pérez fallecía el 7 de marzo de 1915, dejando una familia numerosa compuesta por once hijos y 32 nietos. Falleció en un contexto de inquietud familiar por los cambios económicos observados desde la declaración de la guerra en Europa y la incertidumbre sobre su posible impacto en las cuentas del banco. En adelante, los nuevos gestores habrían de adoptar decisiones sin contar con la experiencia y el buen criterio de don Olimpio.

 

Después de cien años de historia, en 1965 la Banca de Olimpio Pérez fue absorbida por el Banco de Crédito e Inversiones y en 1987 pasó a formar parte del Banco Gallego. En abril de 2013 el Estado vendía en subasta pública el Banco Gallego, como acabó denominándose el Banco de Hijos de Olimpio Pérez, S.A., al Banco Sabadell, por el precio de un euro. El último vestigio corporativo de la familia Pérez pasaba a diluirse en un banco catalán con un coste para las arcas públicas de 325 millones de euros. Olimpio Pérez figura entre los fundadores de la Caja de Ahorros de Santiago y ocupaba su presidencia en el momento de su fallecimiento.